«Glitchscapes» es una serie de pinturas en el límite entre la representación y la abstracción, fruto de manipulaciones digitales de imágenes iniciadas como pintura. Utilizando la degradación de archivos digitales y el ruido generado a través de este procedimiento, las capas de «glitch» (error o defecto) se acumulan, pero todavía sobreviven partes intactas de la imagen original. El resultado remite a los paisajes y pretende cuestionar las maneras actuales de mirar la «naturaleza», así como la validez de los sistemas de almacenamiento y de representación de conocimiento.